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Las redes sociales y la tecnología móvil han acelerado el ritmo al que se desarrollan las relaciones y se comparte información, y son una de las herramientas más poderosas
de marketing, dándonos la posibilidad de crear una fuerte conexión
personal con nuestros clientes. El fenómeno de las redes sociales ha
transformado la forma en que las marcas se comunican e interactúan con los
consumidores. En muchos casos cambiado el paradigma de poder (dándole un golpe de realidad a más de una marca con olor a naftalina y anclada en el pasado). Ante este panorama, las marcas deben de estar atentas y ser proactivas
ante la posibilidad de dar a los clientes la oportunidad de interactuar y de compartir sus experiencias con los demás, lo que aumenta la
exposición y prepara el escenario para una mayor satisfacción y lealtad del
cliente.
La principal ventaja que nos brindan es la capacidad de
reunir todo tipo de datos sobre los consumidores (edad, patrones de consumo,
interés y así sucesivamente). Esto significa que ahora nuestros anuncios pueden
ser lanzados con una precisión casi milimétrica, algo hasta hace poco
impensable en los medios analógicos. En lugar de crear un único anuncio como
pasaba para televisión, radio, y prensa, las redes sociales nos brindan la
posibilidad de producir muchas más variaciones sobre un mismo tema. Lo que nos
permite adaptarnos mejor al subconjunto de consumidores al que nos dirigimos. Aumentando la capacidad de respuesta.
La proliferación de las redes sociales ha aumentado la
tendencia de los consumidores a implicarse en la estrategia de las empresas, lo
que ha estimulado que las empresas se abran a la cocreacción con el objetivo de
ser más competitivas. Son muchas las que están utilizando el concepto de
“crowdsourcing” como forma de establecer una relación estrecha con el cliente,
implicando al consumidor en el proceso de desarrollo de nuevos productos, y como
forma de crear un fuerte lazo emocional entre el cliente y el producto. Los
consumidores que tienen un vínculo emocional con un producto por haber
participado en su desarrollo asumen a menudo el papel de embajadores de la
marca. Y el efecto viral de la propaganda es irresistible.
Las empresas deben de estar totalmente conectadas a cualquier persona que toque su marca. Si no lo hacen, en cinco años su modelo de negocio estará completamente obsoleto.
Las empresas que tendrán éxito en el futuro, serán aquellas que reconozcan la necesidad de cambios fundamentales en la forma en que se relacionan con sus clientes, y se transformen en empresas sociales alterando radicalmente la forma en que administran sus negocios. Y eso sólo se consigue integrando la estrategia de medios sociales en los procesos de negocio de toda la organización.
Incluso mediante empresas que adopten este tipo de tecnologías para el desarrollo de aplicaciones sociales propias que cambien la forma en que los empleados se relacionen con su desempeño y objetivos. Esto permitirá una verdadera meritocracia donde a las personas se las medirá por resultados reales, no políticos. Como resultado, los empleados estarán más alineados, siendo más eficaces y eficientes en el cumplimiento de los objetivos de la empresa.
Gestionar y motivar a los empleados es tal vez la parte más importante y difícil de esta ecuación. Los sistemas de recursos humanos de hoy en día han sido construidos sobre un marco de control y mando del pasado. No son válidos para gestionar la fuerza laboral necesaria hoy en día.
Bienvenidos a la revolución social.