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Cuando se trata de elaborar una buena campaña de publicidad, casi todo el mundo se centra en un diseño impresionante o en la selección de la audiencia perfecta. Todo eso está muy bien, pero muy pocas personas toman en cuenta otro factor crítico: La estrategia de puja más adecuada a seguir para conseguir nuestro objetivo. Porque, ¿de qué vale tener un gran anuncio dirigido a la audiencia perfecta si toda nuestra estrategia publicitaria está mal? Por ejemplo, en Facebook nuestro anuncio puede estar compitiendo con los de cientos de miles de anunciantes y aunque Facebook trate de satisfacer a todos, incluso con 1.000 millones de usuarios, el espacio para los anuncios es limitado. Por lo que es normal que a veces no sea capaz de cumplir con todas las peticiones y cuando esto sucede, las ofertas más altas serán las que consigan el mayor número de impresiones.
Cuando se trata de elaborar una buena campaña de publicidad, casi todo el mundo se centra en un diseño impresionante o en la selección de la audiencia perfecta. Todo eso está muy bien, pero muy pocas personas toman en cuenta otro factor crítico: La estrategia de puja más adecuada a seguir para conseguir nuestro objetivo. Porque, ¿de qué vale tener un gran anuncio dirigido a la audiencia perfecta si toda nuestra estrategia publicitaria está mal? Por ejemplo, en Facebook nuestro anuncio puede estar compitiendo con los de cientos de miles de anunciantes y aunque Facebook trate de satisfacer a todos, incluso con 1.000 millones de usuarios, el espacio para los anuncios es limitado. Por lo que es normal que a veces no sea capaz de cumplir con todas las peticiones y cuando esto sucede, las ofertas más altas serán las que consigan el mayor número de impresiones.
Es importante saber cuánto dinero estamos dispuestos a pagar
por nuestro anuncio y si ese precio será el adecuado para que nuestra campaña
obtenga la exposición que se merece para alcanzar sus objetivos. Si, lo sé.
Hace unos años la vida para los anunciantes era más simple y sencilla. Sólo había
dos opciones CPC o CPM pero con la rápida evolución de las plataformas
de publicidad hoy tenemos que lidiar con un sinfín de términos que lejos de
reducirse cada vez se hacen más y más extensos: CPC, CPM, oCPM, CPA, CPL, CPF,
CPI, CPE…En algunos casos las diferencias algunas veces no suelen ser fáciles
de entender, así que vamos a hacer un rápido resumen.
Lo más importante, antes de meternos en materia, es saber
qué mecanismo hay detrás de las diferentes opciones de precios.
Últimamente, todas las estrategias de precios se están
viendo traducidas a una sola métrica para los editores: eCPM, o
coste efectivo por impresión (beneficio efectivo que obtienen por cada impresión). Un editor buscará siempre maximizar sus ganancias en el
corto plazo. El cálculo es simple: El editor elijará siempre (y le dará una
mayor prioridad) al anuncio que tenga una mayor eCPM. Sin embargo, ese cálculo dependerá
de la exactitud en la previsión del CTR y del ratio de conversión. Sin entrar
en muchos detalles, es muy difícil predecir los eventos que ocurrirán a lo
largo del viaje del consumidor dado el gran número de TouchPoints y de factores
externos por los que se ve influenciado. Razón por la cual, CPA siempre
entrañará más riesgo para los editores que el CPC, y éste a su vez siempre será
más arriesgado que el CPM.
CPM:
O cantidad máxima que estamos dispuestos a pagar por 1.000
impresiones. Es el más fácil de entender pero, una de las más difíciles de aplicar ya que
muchas veces veremos cómo perdemos una enorme cantidad de dinero sin ningún
resultado.
Cuando utilizamos este tipo de estrategias debes de tener cuidado en que nuestro target sea lo más relevante posible. Grandes marcas pueden querer utilizar CPM, ya que es la
mejor opción para entregar una gran cantidad de impresiones. Por lo que si queremos es crear conciencia de marca, CPM podría ser una buena opción.
CPC:
Esta opción (que posiblemente sea las más incomprendida de todas), nos permite hacer una oferta por los clics. Con este tipo de puja sólo vamos a pagar cuando un usuario haga clic en nuestro anuncio. Suena
muy bien, ¿no? Mi anuncio se puede mostrar 1 mil millones de veces sin que
pagar un solo euro si no recibe ningún clics. Bueno si, pero hay trampa.
Al hacer una oferta con el CPC, hay que tener en cuenta una cosa:
Facebook, por ejemplo, siempre va a querer obtener el máximo beneficio. Por lo
que si nuestro anuncio es pobre y nadie clic en él, Facebook pronto detendrá la
entrega del mismo. Después de todo, es más rentable para ellos tener un anuncio
de $ 0,1 que obtiene 1.000 veces más clics que un anuncio de $ 5 con 5 clics.
Esto es clave para una oferta de CPC efectiva: Cuanto mejor sea tu CTR, menor
será tu CPC. Con lo que al final, un mayor porcentaje de clics otorgará
Facebook los más altos ingresos. Además de hacernos pagar por cualquier tipo de
clic que se produzca en cualquier lugar de nuestro anuncio -foto, comentario,
like, etc- no solamente por los que se produzcan en el link de enlace con
nuestra web. Lo que nos puede llevar a mal interpretar esa estadística ya que
tendremos un gran número de clics a un CPC muy bajo. Pero ese número de clics
está hinchado, no significan nada ya que estaremos obteniendo un retorno muy
pobre.
Con esta opción sólo estaríamos pagando por el rendimiento
de nuestro anuncio, por lo que podríamos tener un cierto nivel de confianza en
recuperar la inversión. Si lo que queremos es lanzar campañas con
una respuesta inmediata (como un minorista de venta online) basadas en la creación de engagement y no la realización de una acción concreta, quizá, esta sea una buena opción.
OCPM:
OCPM se está convirtiendo poco a poco en la más habitual de
las estrategias. Con este tipo de opción, el anunciante no está realmente
haciendo una oferta, lo que está haciendo es diciendo a Facebook el costo
máximo deseado por la consecución de nuestro objetivo, y Facebook en función de eso hará la oferta más adecuada. La entrega de los
anuncios será optimizada para mostrar esos anuncios únicamente a los usuarios
que puedan completar la acción deseada. No importa cuánto dinero gastes, Facebook no le mostrará tu anuncio a toda la gente que se encuentre dentro de tu target. Únicamente se lo mostrará a aquellos con mayor probabilidad de realizar la acción deseada.
Al crear una campaña OCPM, podemos especificar qué tipo de
estrategia de ofertas debe ser optimizada y para qué sitio: Conversiones, clics, engagement, likes, app instalada y así sucesivamente. ¿Qué tan efectivo es?
¡Extremadamente! Y también es el método que por defecto Facebook utiliza para
los nuevos anuncios.
En general, cuando se ejecuta una campaña en OCPM nuestro
coste por 1.000 impresiones será mucho mayor que la oferta media de CPM. Facebook escogerá cuidadosamente quién verá nuestros anuncios para así
generar más conversiones de lo habitual. Así, mientras que seguramente
notemos que tenemos que pagar más para mostrar nuestros anuncios, el costo total por
conversión será mucho más barato. Esa es la única cosa por la que deberíamos de
preocuparnos.
CPA:
CPA:
Las ofertas basadas en este tipo de pujas han demostrado ser muy eficaces cuando sólo
desea pagar por determinadas acciones. Es bastante similar a la oCPM. Sin
embargo, en lugar de hacer una oferta para 1.000 impresiones, sólamente estaremos
ofertando por la cantidad máxima que deseamos pagar cada vez que una acción
específica se completa con un usuario o a través de la publicidad.
Esta opción funciona realmente bien con target de audiencias muy grandes y nos permite tener un
control más granular sobre nuestro presupuesto. El único inconveniente es que por
ejemplo, para Facebook las pujas en CPA sólo están disponibles para un conjunto
limitado de acciones.
Por último, entender que las preferencias personales juegan aquí un papel importante.
No creo que un método funcione mejor que otro, todo depende del momento, de las circunstancias, del tipo de anuncio, etc. Pero si que creo que muchas veces nos complicamos en exceso. Lo mejor es empezar con un pequeño presupuesto de prueba que nos ayude a sacar nuestras propias conclusiones. Por último, para aquellos que dan sus primeros pasos en este mundo, y siempre que sea posible, mi consejo es que opten por la optimización de sus acciones. Y lo más importante de todo, no olvidar nunca que el valor de conseguir un cliente siempre ha de ser menor del valor que ese cliente representa para nosotros.
Saludos y ¡buena suerte!
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