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"Apostamos que la calidad le ganaría a la fórmula de masas como atractivo " con esta frase Ed Carrol presidente de AMC, justificaba la apuesta de su cadena por una serie por la que en principio nadie daba nada, y que ha terminado por hacer historia. La intención de AMC era la de posicionarse como canal de cable de prestigio, con un producto sobre todo original y distinto, y a buen seguro que Mad Men encajaba perfectamente en esta estrategia de conectar con un espectador culto, urbano, con poder adquisitivo y que quiere distinguirse por consumir una televisión diferente de las cadenas generalitas.
¿ Pero dónde reside el éxito real de Mad Men?
En la diferenciación, sin duda. Y en contar la historia a medida que pasa alrededor de la vida de sus personajes, que a menudo es la forma en que se experimenta en la vida real, utilizando una agencia de publicidad como barómetro cultural de las preocupaciones contemporáneas sobre el consumismo, el capitalismo y el sexismo.
Mad Men en términos publicitarios es un gran producto, pero difícil de vender. Desde el principio fue un producto de nicho, un bicho raro, un acontecimiento anormal dentro del mundo de la televisión ; un drama íntimo y sombrío, con toques cinematográficos y de ritmo metódico, que en sus inicios apenas aparecía en los radares Nielsen, pero que gracias al apoyo incondicional de la critica y de las redes sociales, ha conseguido convertirse en una serie de culto.
En su forma más simple, nos ha enseñado que el marketing tiene como único objetivo: conectar con la persona adecuada, en el momento oportuno, con el mensaje correcto. Y esa ha sido su meta a lo largo de las nueve temporadas que los ejecutivos de Madison Avenue han estado con nosotros.
Conectar con millones de espectadores cansados de una televisión de mala calidad, ofreciéndoles un producto completamente diferente y adaptado a sus necesidades.Y ha conseguido hacer todo esto, siendo protagonizada por un reparto de desconocidos, lo cual demuestra que para tener un producto triunfe, la calidad sigue siendo el componente más importante de la fórmula del éxito.
Pero el universo Mad Men tiene vida mucho más allá de la pantalla, convirtiéndose en todo un fenómeno cultural capaz de crear un auténtico gigante del merchandising con la capacidad de comercializar ropa, comida, cócteles, juguetes, libros, complementos...una auténtica gallina de los huevos de oro.
Pero la reflexión más importante que me queda después de ver Mad Men es que en el marketing actual,se le está dando demasiada importancia a la gestión de datos y se está descuidando la creatividad.
Hay muchas maneras interesantes de llegar a los clientes, pero lo que se necesita realmente para vender son grandes ideas, ideas creativas.
(English version)
The Mad Men Method
“We knew quality would be more
attractive than mainstream formula” with this statement Ed Carrol, AMC
President, explained his channel support for a series that, at a first sight,
no one trusted in, but that it turnout to make history. AMC intention was
to position itself as a renowned cable channel, with an original and different
product roster. Mad Men fitted perfectly into this strategy, connecting with an
urban, well-educated, high class audience that wants to be different by
consuming non-regular TV.
But where does Mad Men real success rely on?
Differentiation without a doubt. And
telling the story while it´s actually happening to the characters, which is
often the way that it happens in real life, using an advertising agency as a
cultural barometer of today’s concerns about capitalism, consumerism and sexism.
Mad Men is a great advertising product but it
is not easy to sale.
From the very beginning it was a niche product,
a weirdo, an unusual form of television, an intimate and obscure drama with a
cinematographic touch. When it started it didn’t even appear on Nielsen’s
reviews, but thanks to critics and social network unconditional support
it has finally become a cult series.
It has taught us that marketing has just one
goal: To reach the right person, at the right moment and with the right
message. And this has been its goal throughout nine seasons: Connecting
with millions of people tired of low quality TV, offering them a totally new
product according to their needs. Mad Men has succeeded doing this, with
a cast of unknown actors, which just proves that quality is the most important
component for success.
But Mad Men´s universe goes beyond screen, it
has become a cultural phenomenon and a merchandising giant; including clothes,
food, cocktails, toys, books, accessories… a truly golden egg goose. But
the most important thought after watching Mad Men is that today’s marketing is
focused too much on data management and ignores creativity. Because that
is Mad Men’s real power: creativity.
There are many ways of approaching clients but
what you really need to succeed in, are good ideas, creative ideas.