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Para muchos el método Lean Startup es el mapa de la
innovación del siglo XXI, y está llamado a ser el método que abrirá paso a la
siguiente revolución industrial. Además de estar reemplazando al anacrónico Business Plan en los principales MBA de las escuelas de negocio más
prestigiosas del mundo - Stanford, Harvard, Berkeley, Columbia-.
Bajo este nuevo enfoque se aboga por la creación de
prototipos rápidos que ponen a prueba los supuestos de mercado y utiliza la
retroalimentación de los clientes, en un esfuerzo para evolucionar el diseño
más rápido que con las prácticas más tradicionales de desarrollo de productos, favoreciendo la experimentación sobre la planificación
elaborada, y los comentarios de los clientes sobre la intuición lo que nos
conduce hacia una nueva y revolucionaria forma de entender tanto la creación y
gestión de nuevas empresas, como la forma en la que los nuevos productos se
ponen en marcha y se lanzan al mercado -aprende rápido y barato para no parar
de innovar-.
Muchas startups comienzan desarrollando sus ideas de
negocio sobre productos o servicios que piensan que la gente va a querer.
Después de meses, o incluso años perfeccionando ese producto -sin tener que
mostrarlo ni siquiera en su versión más rudimentaria-, se dan cuenta de que el
producto no consigue una amplia captación de clientes, ni siquiera llama
su atención -a menudo porque nunca llegaron a hablar con los clientes
potenciales para determinar si el producto era interesante-. Cuando los
clientes se comunican en última instancia a través de su indiferencia, es
síntoma inequívoco de que algo ha fallado en el arranque. Pero ya es demasiado
tarde.
Mediante la ejecución de experimentos que nos permiten probar
cada elemento de nuestra visión, este sistema da como resultado starups con
modelos de negocio -basados en el proceso de construir-medir-aprender- recurrentes, rentables y escalables que minimizan sus
probabilidades de fracaso, ya que las empresas se aseguran de que están
desarrollando únicamente aquellos productos que el público realmente quiere.
Con lo que sus probabilidades de éxito aumentan exponencialmente.
Lean Startup es una manera de abordar el lanzamiento de
negocios y productos basado en el aprendizaje validado, la experimentación
científica e interacción en el lanzamiento de los productos para acortar los
ciclos de desarrollo, en la medición efectiva del proceso -sobre indicadores
accionables-, y en ayudar a entender qué es lo que realmente quieren los
consumidores. Cuando este proceso de medición y aprendizaje se hace
correctamente, las empresas están moviendo bien los drivers que les conducen
hacia su modelo de negocio ideal. Si no es así, será momento de “pivotar” y
hacer una corrección de rumbo que les permita probar nuevas hipótesis sobre el
producto, la estrategia y su motor de crecimiento.
De esta manera las compañías, especialmente las startups,
pueden diseñar sus productos y servicios para cubrir la demanda de sus
clientes, sin necesidad de grandes cantidades de financiación inicial. Teniendo
más oportunidades de triunfar sin requerir grandes cantidades de fondos
externos, planes de empresa elaborados, o el tan ansiado producto perfecto.
Además, este método permite a la empresa cambiar de dirección con mayor
agilidad y alterar los planes minuto a minuto. En lugar de despilfarrar tiempo
diseñando elaborados planes de negocio.
El método Lean Startup ofrece a los emprendedores de empresas
grandes y pequeñas la mejor manera para poner a prueba de forma continua su
visión, para adaptarla y ajustarla antes de que sea demasiado tarde.
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