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miércoles, 6 de mayo de 2015

Apple Watch, bienvenido Mr. Wearable

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El pasado mes de marzo Apple, probablemente la compañía más exitosa de la historia, presentó al mundo su esperado Smartwatch. Una preciosidad bien diseñada y verdaderamente útil que combina diseño y gusto por el detalle con unas buenas capacidades tecnológicas, que lo convierten en un auténtico objeto de deseo. No apto para los principiantes en tecnología y con una estrategia de precios difícil de justificar que va desde los 350$ de su modelo básico hasta los 17.000$ del más exclusivo (sin contar en el Guardia Lux Omni personalizado con diamantes, que cuesta unos míseros 114,995$) .
Según diversos analistas, la empresa de Cupertino podría llegar a vender entre 9 y 30 millones de unidades sólo en su primer año. Una cifra espectacular si la comparamos con el 1.500.000 unidades de relojes que alcanzó toda la competencia en su primer año de existencia. Con lo que el Smartwatch de Apple podría convertirse en el producto dominante de un mercado inundado por los modelos de sus competidores.


El reloj de Apple además de dar la hora, es capaz de navegar por Internet, medir la frecuencia cardíaca, supervisar las calorías consumidas, procesar comandos de voz, dar alertas de e-mail, gestionar las llamadas y facilitar el pago por proximidad (cuando se usa conjuntamente con el iPhone). Muchas de las funciones que ya venía ofreciendo cualquier Smartphone, pero con la particularidad de tener que estar cerca de un iPhone para funcionar correctamente.
Es cierto que poder acceder a muchas de las funciones de nuestro teléfono desde la muñeca es una sensación fantástica, pero el teléfono sigue estando ahí en el bolsillo o encima de la mesa, y su pantalla es mucho, mucho más grande. Otro de sus inconvenientes, además de la corta duración de su batería, es que el Apple Watch está diseñado con la obsolescencia planificada en mente (si, incluso el de 114.995$). Con lo que el gasto adicional que supone no parece una buena propuesta de valor, sinceramente.


Hay pocas razones para pensar que el nuevo reloj de Apple vaya suponer un gran avance para una tecnología que está presentando una combustión lenta pero imparable como es la de los wearables. Pero lo que si parece claro es que este nuevo producto será el comienzo de una nueva era en la electrónica de consumo, que abrirá el camino a la llegada de nuevos dispositivos acercando esta nueva forma de entender la tecnología a las grandes masas, y eso no es poco.
La tecnología wearable factura en la actualidad cerca de 8 mil millones de dólares, con una previsión de llegar hasta los 50 mil millones en los próximos cinco años. Por lo que con un cambio de imagen, que lo haga más atractiva para la gran mayoría,podría acelerar o incluso superar ese cifra. Y esto la empresa de la manzana lo ha tenido claro desde el primer minuto.
Apple ha lanzado un dispositivo con un diseño mucho más cuidado que la gente pueda y quiera realmente llevar. La industria de la tecnología ha trabajado duro durante años para cultivar una imagen de cebo para early-adopters. Pero esta imagen es perjudicial para su adopción masiva.
Los consumidores están confusos porque la gran mayoría todavía no entiende que significa realmente la tecnología wearable, y qué mejora tangible traerá en su día a día. Por lo que un cambio en la forma de describir y comercializar esta nueva tecnología es necesario a fin de mejorar el impacto.
El foco se debe de desplazar desde el producto y su tecnología hacia el bienestar que experimentará el usuario en su uso cotidiano al interactuar con él. Despertar la necesidad de su uso. Y de eso el marketing sabe bastante...





(English Version)

Apple Watch, welcome Mr. Wearable

Last March, Apple, probably the most successful company in history, presented its long wished Smartwatch.  A beautiful watch, very well designed and very useful that combines design and details with good capacities, that will likely turn it into an object of desire.  It is not suitable for newbies and it comes with a price strategy hard to justify from $350 for the basic model to $17.000 for the most exclusive one (also  the personalized Guardia Lux Omni, with diamonds and a price of $114.995).
According to different analysts, Cupertino’s company could sell between 9 and 30 million units only the first year.  An amazing figure if we compare it with its competitors who have sold 1.500.000 units between them all in the same period.  Therefore Apple’s Smartwatch could become the dominant product in a market filled up with other models.

Apple’s watch can be used to check the time, surf the Internet, measure heart rates, count calories, process voice commands, check emails, make phone calls and make payments (when used with an iPhone).  Many of the functions were already offered by all of the Smartphones but with the Apple watch you have to be close to an iPhone to make it work properly.
It looks like having many of our phone uses in our wrist would be an awesome sensation but our phone is still in our pockets or at the table and the screen is much bigger.  Another issue, besides the short use of the battery, is that the watch is designed with planned obsolescence (yes, even the $114.995 one).   The additional cost of the watch doesn’t look like a good value proposition.

There are little reasons to think Apple’s new watch will be a big progress for technology, growing slow but unstoppable, like wearables.  But for sure this new product will be the beginning of a new electronics era that will ease the path to new devices, approaching this new way of understanding big mass technology and this is not easy.
Wearable’s industry has a turnover of 8 thousand million dollars and a forecast of 50 thousand million in the next 5 years. With a new image, being more attractive to the majority, they could even increase these figures.  And this has been crystal clear to the apple company from minute one.
Apple has launched a device with a cared design that people like and want to wear.  Tech industry has work hard for the last years to have a bait image for early adopters.  But this image is harmful for a massive adoption.
Consumers are confused because most of them don’t understand yet what wearable technology means and what concrete improvement will bring them to their everyday.  Therefore a change is needed in the way of describing and selling this new technology, to improve its impact.

Focus must be moved from product and its technology to the comfort that user will experiment everyday when interacting with the product.  They need to awake the urge.  And marketing knows a lot about this…