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miércoles, 27 de marzo de 2019

¿Es el futuro de Apple ser una empresa de servicios?

Para leer este artículo te recomiendo:


En un evento celebrado en su sede de California el pasado 25 de marzo, la empresa de Cupertino presentó una batería de nuevos servicios destinados a proporcionarle fuentes de ingresos más estables y recurrentes, entre los que se incluyen; una tarjeta de crédito -Apple Pay-, un servicio de suscripción -News+-, una suscripción a videojuegos -Arcade- y una plataforma de contenidos propios -Apple TV+-.
Apple está cambiando de estrategia, diseñando un futuro post-iPhone que ya está dando muestras de agotamiento. Y lo está haciendo construyendo un ecosistema en el que los servicios son lo más importante. Siguiendo una fórmula que nunca habíamos visto, agregando productos tradicionales y aburridos.
Parte de esa estrategia pasa por utilizar a su vaca sagrada, el iPhone, como la puerta de enlace definitiva para transformar a cada usuario de iOS y Mac en una fuente de ingresos múltiple y recurrente de sus productos. Apple, parece estar tomando como ejemplo el enfoque de suscripción de Amazon Prime para bloquear aún más a los propietarios de iPhone en un ecosistema cada vez más amplio.
Pero este movimiento no deja de ser una apuesta relativamente segura y nada original para una empresa de tecnología que siempre se ha caracterizado por la innovación. Durante los últimos cuatro trimestres, sus ventas de aplicaciones, películas, juegos, Apple Music, AppleCare, suscripciones a iCloud y Apple Pay han generado aproximadamente 39.600 millones de dólares para la empresa, con un margen del 62% en el último trimestre. Para ponerlo en perspectiva, esas cifras llevarían a esa división por sí sola al número 79 de la lista de Fortune 500, unos cuantos puestos por debajo de Facebook, pero por encima de empresas como American Express, Nike, Coca-Cola, McDonald's, Time Warner y 21st Century Fox. Sin mucha fanfarria, Apple se ha convertido en una de las mayores empresas de medios y servicios del mundo.

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Apple ha tenido un gran éxito con ofertas de servicios relativamente mediocres hasta la fecha, esencialmente tiene la misma oferta de cine, televisión y música que todos sus competidores; iCloud tiene un precio excesivo; y Apple Music, incluso con sus presuntos 50 millones de abonados, ofrece una experiencia pobre.
Por otro lado, parece un movimiento interesante y bastante lógico abrir su aplicación de TV a otras plataformas además de iPhone, iPad y dispositivos Apple TV. Esta decisión, de expandir su aplicación de televisión a otros dispositivos incluidos los de la competencia, es similar a lo hizo en el año 2003 cuando lanzó por primera vez iTunes en ordenadores con sistema operativo Windows. Llevando su  tienda de música más allá de los leales a Apple, convirtiendo iTunes en el sitio de referencia para la compra de música a nivel mundial.
Puede que su aplicación de televisión de  no sea tan innovadora como lo fue iTunes en su día. Ya existen multitud de servicios que ofrecen contenido original, entre ellos su principal competidor y rey absoluto, Netflix, y plataformas como Amazon Prime y HBO rivales sin duda a tener en cuenta. Pero con una diferencia sustancial; llevar la aplicación de TV a otros fabricantes ampliará la audiencia potencial de sus servicios de vídeo, lo que sumado a los más mil millones de dispositivos Apple activos en el mundo lo hace una idea más que interesante.

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Durante años, a medida que el iPhone se volvía cada vez más omnipresente -con la consiguiente pérdida de exclusividad- y sus ventas comenzaban a disminuir, Apple ha tratado de replicar el éxito que supuso su App Store e iTunes, intentando abrirse camino con diferentes productos como la televisión, el cine y los pagos móviles. Pero, una y otra vez se ha encontrado con la dura realidad económica y logística de tratar de cambiar industrias que son mucho menos maleables que el software para móvil y la música.
Apple se lanza a esta nueva aventura con la esperanza de poder hacer de su software y servicios una parte esencial de la vida cotidiana, como en su día hizo con su smartphone. Cambiar industrias de abajo a arriba ya no parece ser un capítulo importante del libro de jugadas maestras de Apple, especialmente cuando trata de ponerse al día con compañías como Netflix y Spotify con más de 10 años de ventaja. Pero la estrategia de servicios de Apple -similar a su estrategia de hardware en la gris era de Tim Cook-, ya no trata de ser el primero en nada, sino en proporcionar una opción centrada en Apple que sea lo suficientemente buena y sugerente como para mantenerte a sus usuarios enganchados y fidelizados.
Si Apple se quiere tomar en serio el cambio de un modelo de negocio de ventas de hardware -dejó de informar sobre las ventas de las unidades en el último trimestre- hacia otro enfocado en servicios, debería dedicarse de lleno a estos y mirarse definitivamente en el espejo de Amazon y lanzar Apple Prime.




miércoles, 20 de mayo de 2015

Samsung, tenemos un problema

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Los últimos smartphones de Samsung han llegado, y lo han hecho acompañados de un incesante bombardeo de marketing temático. En el que está siendo uno de sus mayores lanzamientos en los últimos años, bajo el lema "Next is now".
La compañía surcoreana necesita que su nueva gama S6 compuesta por el Galaxy S6 y el S6 Edge sea un éxito rotundo que le permita continuar siendo el mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo. Y logre frenar la incesante sangría de deserciones hacia sus principales rivales en el mercado de los smartphones.
En la actualidad Samsung se encuentra con dos problemas principalmente. El primero de ellos se llama Apple. Le ha ganado terreno y es el claro  dominador del mercado de teléfonos de alta gama. Alrededor del 25% de las ventas tanto del iPhone 6 como del iPhone 6 Plus vinieron de usuarios nuevos en la plataforma iPhone, con lo que en su mayoría eran antiguos usuarios de Android. Con lo saturado que están los mercado tradicionales de teléfonos inteligentes, que se produzca una rotación de usuarios a un fabricante rival que trabaja en una plataforma alternativa es un golpe duro de encajar. El segundo es que empresas de bajo coste como Xiaomin en China y Micromax en la India le están pisando peligrosamente los talones. Ofreciendo dispositivos Android de alta calidad a un menor coste.


¿La principal consecuencia de todo esto? Una caída del 34% de sus beneficios en el primer trimestre de 2015 con respecto al mismo periodo del año anterior y que tanto Apple como sus competidores asiáticos le hayan comenzado a superar en ventas en varios mercados. Algunos de ellos tan importantes como el chino, líder mundial en la venta de teléfonos inteligentes con el 21%  de la cuota de mercado de smartphones.
Una de las causas de esta caída en ventas es la falta de un sistema operativo propio con el que poder bloquear la fuga de consumidores (como hace Apple con su sistema operativo iOS). Si a esto además le sumamos que hay un importante grupo de competidores que son capaces de ofrecer dispositivos Android de buena calidad a un precio más económico, la pérdida de clientes está asegurada. Esta es una categoría en la que cada vez es más difícil conseguir que los clientes abran sus carteras. La oferta es demasiado amplia.


¿Qué puede hacer Samsung para revertir esta situación? El primer lugar aprender de sus errores y redirigir tanto su diseño como su estrategia de producto hacia la dirección correcta centrándose en lo que realmente importa. Ofrecer una mejor experiencia de usuario a sus clientes con componentes de primer nivel.
Samsung debe de tomar algunas decisiones estratégicas relativamente pequeñas pero significativas que le ayuden a mejorar los márgenes y la diferenciación de sus productos en un mercado tan saturado como el de los teléfonos inteligentes. Debe que apostar por la diferenciación y la innovación para lograr mantener su fuerte cuota de mercado, de lo contrario sus beneficios continuarán bajando sin remedio. Una manera de asegurar su diferenciación a largo plazo, es ofreciendo un ecosistema sólido de aplicaciones, contenidos y servicios. O fabricando él mismo algunos de los principales componentes de sus teléfonos (algo que ya está haciendo con pantallas y procesadores). Es una estrategia con un alto riesgo si, pero también con una alta recompensa. 
Todo esto sin olvidar que en el corto plazo, las nuevas características de sus nuevos terminales serán clave para ayudar a Samsung a destacar en un mercado donde Apple gana el mayor beneficio, y docenas de compañías utilizan el software de Google para producir teléfonos aparentemente intercambiables. Por lo que necesita seguir un cuidadoso plan que maneje las expectativas, y que promocione adecuadamente la familia Galaxy S6. Por que si no lo hace, entonces si que habrá llegado el momento de decir aquello de: Houston, tenemos un problema.


(English version)

Samsung, we have a problem.

New Samsung smartphones have arrived together with a non-stop marketing campaign.  This release is meant to be one of Samsung’s biggest launches over the past years, under the claim “Next is now”.
The South  Korean company needs this new S6 range  (including Galaxy S6 and S6 Edge) to be a huge success so they will continue to be the biggest world  smartphones’ manufacturer.  And also to stop the leak to their main competitors.
Currently Samsung is facing two main problems.  First of them is called Apple.  Apple has gain ground and it is the first brand in the high level market.  Around 25% of the iPhone 6 and iPhone 6 Plus sales had come from new users to the iPhone platform, which means they were old Android users.  With the traditional market swamped, to have users changing to a rival manufacturer is a hard blow.  Second problem is, low cost companies like China’s Xiaomin and India’s Micromax are following Samsung very closely.  And they are offering high quality Android devices at a lower cost.
What is the main consequence of all of this? A 34% drop in 2015 first quarter profits compared with same period last year and having Apple and its Asian competitors started to lead sales in different markets, some of them as important as the Chinese one, world smartphone leader in sales with 21% market share.
One of the reasons of this sales drop is the lack of an own operating system to avoid the leak of customers (as Apple does with iOS). Besides the fact that there is an important number of competitors already able to offer good quality Android devices at a lower cost, the loss of clients is guaranteed.  This is a category where having clients who spend their money is getting more complicated every day.  Product range is too large.
What can Samsung do to revert this situation? First of all learning from their mistakes and changing design and product strategy to the right way, prioritizing what really matters: offering the best user experience and first level components.
Samsung must take small but significant strategic decisions that will help them to increase margins and product differentiation in such a crowded market. They must bet for innovation and differentiation to maintain its strong market share otherwise their profits will keep falling.  A good way of securing differentiation in the long term would be offering a solid range of apps, content and services.  Also manufacturing their phones’ components itself (they are already doing this with screens and processors).  This is a high risk but rewarded strategy. 
All of this without ignoring that in the short term, new phone’s features would be a key tool to help Samsung stand out in a market where Apple gains most earnings and dozens of companies are using Google’s software to produce phones that seem interchangeable.  So they need to follow a thorough plan to manage expectations and to promote Galaxy S6 range correctly .  If not, the moment of saying “Houston, we’ve had a problem here” will have arrived.





miércoles, 6 de mayo de 2015

Apple Watch, bienvenido Mr. Wearable

Para leer este artículo te recomiendo:


El pasado mes de marzo Apple, probablemente la compañía más exitosa de la historia, presentó al mundo su esperado Smartwatch. Una preciosidad bien diseñada y verdaderamente útil que combina diseño y gusto por el detalle con unas buenas capacidades tecnológicas, que lo convierten en un auténtico objeto de deseo. No apto para los principiantes en tecnología y con una estrategia de precios difícil de justificar que va desde los 350$ de su modelo básico hasta los 17.000$ del más exclusivo (sin contar en el Guardia Lux Omni personalizado con diamantes, que cuesta unos míseros 114,995$) .
Según diversos analistas, la empresa de Cupertino podría llegar a vender entre 9 y 30 millones de unidades sólo en su primer año. Una cifra espectacular si la comparamos con el 1.500.000 unidades de relojes que alcanzó toda la competencia en su primer año de existencia. Con lo que el Smartwatch de Apple podría convertirse en el producto dominante de un mercado inundado por los modelos de sus competidores.


El reloj de Apple además de dar la hora, es capaz de navegar por Internet, medir la frecuencia cardíaca, supervisar las calorías consumidas, procesar comandos de voz, dar alertas de e-mail, gestionar las llamadas y facilitar el pago por proximidad (cuando se usa conjuntamente con el iPhone). Muchas de las funciones que ya venía ofreciendo cualquier Smartphone, pero con la particularidad de tener que estar cerca de un iPhone para funcionar correctamente.
Es cierto que poder acceder a muchas de las funciones de nuestro teléfono desde la muñeca es una sensación fantástica, pero el teléfono sigue estando ahí en el bolsillo o encima de la mesa, y su pantalla es mucho, mucho más grande. Otro de sus inconvenientes, además de la corta duración de su batería, es que el Apple Watch está diseñado con la obsolescencia planificada en mente (si, incluso el de 114.995$). Con lo que el gasto adicional que supone no parece una buena propuesta de valor, sinceramente.


Hay pocas razones para pensar que el nuevo reloj de Apple vaya suponer un gran avance para una tecnología que está presentando una combustión lenta pero imparable como es la de los wearables. Pero lo que si parece claro es que este nuevo producto será el comienzo de una nueva era en la electrónica de consumo, que abrirá el camino a la llegada de nuevos dispositivos acercando esta nueva forma de entender la tecnología a las grandes masas, y eso no es poco.
La tecnología wearable factura en la actualidad cerca de 8 mil millones de dólares, con una previsión de llegar hasta los 50 mil millones en los próximos cinco años. Por lo que con un cambio de imagen, que lo haga más atractiva para la gran mayoría,podría acelerar o incluso superar ese cifra. Y esto la empresa de la manzana lo ha tenido claro desde el primer minuto.
Apple ha lanzado un dispositivo con un diseño mucho más cuidado que la gente pueda y quiera realmente llevar. La industria de la tecnología ha trabajado duro durante años para cultivar una imagen de cebo para early-adopters. Pero esta imagen es perjudicial para su adopción masiva.
Los consumidores están confusos porque la gran mayoría todavía no entiende que significa realmente la tecnología wearable, y qué mejora tangible traerá en su día a día. Por lo que un cambio en la forma de describir y comercializar esta nueva tecnología es necesario a fin de mejorar el impacto.
El foco se debe de desplazar desde el producto y su tecnología hacia el bienestar que experimentará el usuario en su uso cotidiano al interactuar con él. Despertar la necesidad de su uso. Y de eso el marketing sabe bastante...





(English Version)

Apple Watch, welcome Mr. Wearable

Last March, Apple, probably the most successful company in history, presented its long wished Smartwatch.  A beautiful watch, very well designed and very useful that combines design and details with good capacities, that will likely turn it into an object of desire.  It is not suitable for newbies and it comes with a price strategy hard to justify from $350 for the basic model to $17.000 for the most exclusive one (also  the personalized Guardia Lux Omni, with diamonds and a price of $114.995).
According to different analysts, Cupertino’s company could sell between 9 and 30 million units only the first year.  An amazing figure if we compare it with its competitors who have sold 1.500.000 units between them all in the same period.  Therefore Apple’s Smartwatch could become the dominant product in a market filled up with other models.

Apple’s watch can be used to check the time, surf the Internet, measure heart rates, count calories, process voice commands, check emails, make phone calls and make payments (when used with an iPhone).  Many of the functions were already offered by all of the Smartphones but with the Apple watch you have to be close to an iPhone to make it work properly.
It looks like having many of our phone uses in our wrist would be an awesome sensation but our phone is still in our pockets or at the table and the screen is much bigger.  Another issue, besides the short use of the battery, is that the watch is designed with planned obsolescence (yes, even the $114.995 one).   The additional cost of the watch doesn’t look like a good value proposition.

There are little reasons to think Apple’s new watch will be a big progress for technology, growing slow but unstoppable, like wearables.  But for sure this new product will be the beginning of a new electronics era that will ease the path to new devices, approaching this new way of understanding big mass technology and this is not easy.
Wearable’s industry has a turnover of 8 thousand million dollars and a forecast of 50 thousand million in the next 5 years. With a new image, being more attractive to the majority, they could even increase these figures.  And this has been crystal clear to the apple company from minute one.
Apple has launched a device with a cared design that people like and want to wear.  Tech industry has work hard for the last years to have a bait image for early adopters.  But this image is harmful for a massive adoption.
Consumers are confused because most of them don’t understand yet what wearable technology means and what concrete improvement will bring them to their everyday.  Therefore a change is needed in the way of describing and selling this new technology, to improve its impact.

Focus must be moved from product and its technology to the comfort that user will experiment everyday when interacting with the product.  They need to awake the urge.  And marketing knows a lot about this…